Me desperté, abrí la ventana y vi el hermoso solo entrando a mi cuarto. Hacía calor, como 25 grados, era una mañana perfecta en la Ciudad de México. Tomé un baño y bajé a la cocina para disfrutar el desayuno que me había preparado mi mamá. Eran huevos revueltos con frijoles y por supuesto tortillas y una salsa verde picosa para acompañar. Regresé a mi cuarto para terminar de empacar mi maleta para mi viaje planeado de dos semanas. Al último minuto decidí empacar algunos dulces y frituras mexicanas para no tener hambre durante el vuelo.
La Primer Despedida
Pasé algunas horas jugando con mis perros, pero estaban algo tristes, posiblemente ya sabían que no iba a estar con ellos por un tiempo. Ayudé a mi mamá para ir al mercado ya que necesitaba comprar algunas cosas para la cena. En esa tarde, como a las 7pm hora de la Ciudad de México, mi papá me dijo de traer mis maletas ya que estábamos listos para ir al aeropuerto.
Mi papá nos llevó a mi mamá, a mi hermano y a mí al aeropuerto en la Ciudad de México. Llegamos ahí e hice check-in con destino a Varsovia, Polonia. Después de algunas horas, ya era tiempo de despedirme de mis papás. Por supuesto que los tendría que ver después de 2 semanas cuando mi vuelo de regreso a México estaba programado. Me subí al avión, busqué mi asiento y la aventura comenzó…
… 16 horas después llegué a mi destino. Después de un vuelo muy bueno, con escala en París, finalmente llegué a la capital polaca, una increíble y bella ciudad llamada Varsovia. Salí del vuelo, pasé inmigración sin problemas, tomé mis maletas, crucé las puertas y… antes de continuar con mi historia, déjame decirte porqué decidir venir a Polonia.
Cómo Llegué A Este País
Toda mi vida soñé con viajar al extranjero, conocer si la gente era igual a la mexicana, o para saber si la comida era tan deliciosa como en mi país. Cuando estudiaba mi primer semestre en la Universidad Panamericana en la Ciudad de México, siempre teníamos conferencias y talleres sobre oportunidades para aplicar a un intercambio a cualquier ciudad del mundo.
Estaba decidido a intentar esto, pero primero tenía que cumplir con algunos requisitos obligatorios como: certificación de inglés, buen promedio en los semestres anteriores y por supuesto cero adeudos en la Universidad. Apliqué a este proceso de intercambio, fue algo muy largo y tenía que escoger diferentes ciudades donde podría estudiar, no estaba seguro donde pasaría los siguientes meses de mi vida, pero estaba listo para todo, así que las ciudades elegidas fueron: París, Zagreb y Milán.
Después de muchas semanas, la oficina de intercambios me llamó diciéndome que la carta de aceptación de la Universidad había llegado. Estaba súper emocionado porque la oportunidad de estudiar en el extranjero era casi real, pero todavía no sabía a que ciudad tendría que viajar. Fuí a la oficina, recibí el sobre, lo abrí y comencé a leerla… la universidad que me seleccionó fue el Institut supérieur du commerce de Paris. Grité como un loco y llamé a mis papás, ellos también estaban emocionados por mí. Estaba pensando: «¡A huevo! ¡Voy a vivir en París! ¡Es increíble!».
Después tuve que lidiar con toda la burocracia para obtener mi visa, pero esa es una historia aburrida, ya saben como es la burocracia alrededor del mundo.
Un mes antes de mi viaje a París, estaba buscando algún cuarto o apartamento compartido en todos los rincones de internet, los precios eran de locos y honestamente tenía un presupuesto limitado y cero conocimiento del idioma francés (Honestamente debería haber estudiado un poco de francés antes de mi viaje). Un día en un forum de internet, recibí un mensaje de una chica polaca, su nombre era Karolina, ella iba a estudiar en la misma universidad que yo, ¡Esto era genial!. Karolina y yo teníamos básicamente el mismo perfil: presupuesto limitado, cero nivel de francés y no tener idea de lo que estábamos haciendo.
Hablamos por algunos días, y de repente me escribió que había encontrado un apartamento pequeño con otra chica de Nueva Zelanda, me preguntó si estaría interesado en vivir con ellas por las primeras semanas. Estaba muy agradecido por su oferta principalmente porque no quería ser un estudiante vagabundo en París. El problema era que Karolina y la otra chica llegarían a París 4 días después que yo, entonces tenía que reservar 3 noches en algún lugar, pero eso no era tan malo, así que le dije que sí a Karolina y estaba más listo que nunca para vivir esta experiencia única.
Tiempo de Erasmus
Un día después de la Navidad del 2012, mi tiempo de viajar a París había llegado. Subí al avión listo para la aventura. Era la primera vez en mi vida, después de 21 años, que viajaría a algún otro país. En medio del vuelo pensé: «Esto está pasando… ¿Que estoy haciendo? Esto es un error». Pero era muy tarde para arrepentirme, así que me resigné. Después de algunas horas llegué al aeropuerto más grande de París. Un estudiante francés de mi futura universidad fue por mí al aeropuerto, y él fue mi primer salvavidas en este viaje.
Para mis primeras tres noches en París, reservé un hostal en la ciudad. Las únicas cosas que sabía de hostales eran que no eran seguros, que eran sucios y que podían matarte ahí (después me di cuenta que esto no era necesariamente cierto). En mi primer día tenía muchísimo miedo cuando llegué a ese hostal, estaba vigilando mi maleta las 24 horas. Después de mi primer noche me di cuenta de que seguía con vida, así que decidir relajarme y disfrutar de mis primero días en la ciudad más romántica del mundo.
Paris – La Ciudad del Amor
Después de 4 días de explorar París por mi cuenta, era finalmente hora de conocer a esas chica con las que viviría. Primero conocí a la chica de Nueva Zelanda, su nombre era Jojo. Después de un par de horas fuimos a la dirección donde el apartamento estaba ubicado. Karolina, la chica polaca, estaba esperando por nosotros. Ella era rubia, alta, con ojos azules, una cara hermosa y pensaba: «Wow, es hermosa…».
Me acerqué a ella para decir hola – En México cuando conocemos a una chica por la primera vez siempre damos un beso en la mejilla – Yo creí que en todo el mundo era los mismo, así que besé a Karolina en la mejilla, ella estaba muy sorprendida por lo que hice, yo no entendía porque su reacción peor la verdad no me importó mucho. Meses después supe que la gente polaca solo se da la mano cuando conocen a alguien por la primera vez. Ese fue mi primer error cultural de mi vida.
Entonces estaba ahí, viviendo mi Erasmus en París: estudiando, saliendo con amigos, conociendo gente de todo el mundo y al mismo tiempo teniendo el mejor tiempo de mi vida. Veía a Karolina casi todos los días en casa (meses después nos mudamos con 2 mexicanos: Omar y Marianne), en la universidad, en las fiestas, etc. Eventualmente me empecé a sentir muy atraído por esta chica rubia polaca. Seguí intentando y decidí invitarla a una cita, sorprendentemente ella aceptó mi invitación. El lugar de nuestra primera cita fue en un McDonald’s (Era un estudiante muy pobre en París), pero pasamos un gran día. Durante el resto del intercambio seguimos saliendo y nos hicimos novios. No tenía dudas que era el mejor tiempo de mi vida.
Tiempo de Decir Adiós a París
Después de 6 increíbles meses, tuve que regresar a la Ciudad de México, principalmente porque tenía que graduarme de mi licenciatura. Karolina también tenía que regresar a Polonia, porque todavía tenía que cursar 2 semestres en su universidad. Cuando tuvimos que decir adiós, parecía que no íbamos a volver a vernos nunca más. Sin duda fue la primera vez que sentí que se me rompía el corazón. Fue un momento muy triste.
Hola Nuevamente Ciudad de México ¿Me Extrañaste?
Llegué a la Ciudad de México, y mi familia me organizó una cena, muchos tacos, estaba realmente feliz. Semanas después me gradué de mi licenciatura. Estuve buscando un trabajo por meses, fui a cientos de entrevistas pero por alguna razón nunca obtuve una oferta formal. No tenía idea porqué, y me empezaba a desesperar.
Seguía hablando con Karolina todos los días, teníamos una relación de muy larga distancia (10,174 km). Skype era nuestro mejor amigo y hablábamos por horas. Fue muy difícil para nosotros mantener esta relación por 8 meses, y en verdad la extrañaba. Necesitaba dinero para poder comprar un boleto de avión y poder visitarla en Polonia, pero las empresas nunca me ofrecieron un trabajo.
Como estaba desesperado, empecé a trabajar en una pequeña cafetería, trabajé ahí por meses y ahorré todo ese dinero para poder comprar mi boleto a Varsovia. El boleto era solamente por 2 semanas (25 de Marzo del 2013 hasta el 8 de Abril del 2013), era poco tiempo pero era mejor que nada. Contaba los días para que esta fecha llegara. Fue la espera más larga que había vivido.
Ella Estaba Ahí Esperando por Mí
El día había llegado, 25 de Marzo del 2013, mis papás me llevaron al aeropuerto, dijimos adiós, pero estábamos seguros que nos veríamos otra vez en 2 semanas cuando mi vuelo a México estaba planeado. Me subí al avión, busqué por mi asiento. Después de 16 horas finalmente llegué a Varsovia, salí del avión, pasé inmigración sin problemas, tomé mis maletas, crucé las puertas y ella estaba ahí, esperándome con su bella sonrisa.
Abracé a Karolina por muchos minutos, no podía creer que eso estaba pasando. Estaba muy feliz, la besé como loco. Después de esos momentos de emoción, era tiempo de irse del aeropuerto.
Nunca Había Sentido Tanto Frío en mi Vida
Karolina me preguntó si tenía ropa para invierno, le dije: «Claro, compré una chamarra en México y tengo un suéter en algún lugar en mi maleta». Ella me miró como: «En serio necesitas ropa de invierno ¡La temperatura es -26 grados!». No podía creer lo que ella me decía. Cuando dejé la Ciudad de México la temperatura de 25 grados con un majestuoso sol, y aquí en Polonia era probablemente el peor frío que había sentido en toda mi vida. Empecé a desempacar mi maleta buscando la ropa más caliente que tuviera, me las empecé a poner en mí (la técnica de la cebolla), y estaba «listo» para salir.
En cuanto puse un pie fuera del aeropuerto el viento congelado de Varsovia me golpeó, era lo peor de la vida. No podía creer que se pudiera sentir un frío tan culero. La única razón por la que no lloré fue porque tenía miedo a que mis gotas se congelaran en mi cara.
La primera cosa que hice al siguiente día fue ir a una tienda y comprar ropa y zapatos de invierno, así es nunca imaginé que alguna vez tendría que usar bufanda o guantes en mi vida. Los días pasaron, y exploramos Varsovia y Łódź, tuvimos cenas con su familia (la primera vez que comí pierogi). También hice mi primer muñeco de nieve y todo ¡Era increíble!.
La Decisión Inesperada
Los días pasaron y tenía que regresar a la Ciudad de México con mi familia. El 7 de Abril del 2013, un día antes de mi vuelo a México, estaba hablando con Karolina. Estábamos tristes porque no sabíamos cuántos meses estaríamos sin vernos otra vez.
Estaba abrazándola y le pregunté: «¿Y que tal si no regreso?». Ella me dijo claro sería genial pero sería una decisión muy loca. Pero empecé a pensar, en México no tengo nada aparte de mi familia y amigos, no tengo un trabajo y mi responsabilidad más grande era cuidar de mis perros. Entonces la idea no era tan loca después de todo.
Después de un par de horas estaba decidido y le dije: «Voy a quedarme en Polonia, quiero quedarme aquí contigo y no voy a regresar a México». Ella no podía creer lo que escuchaba y me preguntó: «¿Es en serio?». Y le dije: «Claro, te amo más que nada en el mundo y quiero quedarme aquí contigo».
Llamé a mis padres esa noche, y ellos pensaban que iba a preguntarles si podían ir por mi al aeropuerto al siguiente día o algo parecido, pero cuando ellos contestaron al teléfono y les dije: «Hola mamá, hola papá, escuchen tengo que decirles also, no voy a tomar mi vuelo de mañana a Mexico, voy a quedare aquí con Karolina…». Cuando dije eso hubo un minuto de silencio, ellos no sabían que decir. Mi papá tomó el teléfono y me dijo: «¿Estás loco? ¿Que vas a hacer allá? No tienes dinero, no conoces a nadie, ni siquiera tienes topa suficiente», el tenía razón ya que solo estaba preparado para un viaje de dos semana y listo.
Mi papá estaba muy enojado y me dijo: «Si eso es lo que quieres, está bien, pero si ya te estás comportando como un hombre, ten en cuenta que que no te daremos un centavo, es tu problemas y lidiarás sólo con eso». La conversación duró un par de minutos y no estábamos en los mejores términos.
Mis padres no me llamaron por días, seguían un poco molestos pero ellos en verdad estaban más preocupados por mí. (Eventualmente cuando ellos supieron que estaba bien, acordamos hablar cada domingo, llevamos haciendo eso por 6 años).
Sh*t Got Real
Después de la conversación y después de perder mi vuelo a México lo feo comenzaba. Tenía que encontrar un trabajo para poder legalizar mi estancia en Polonia, y como mi papá me dijo: no tenía dinero, ropa o un trabajo para sobrevivir en Polonia. Las primeras semanas en Polonia fueron mágicas pero también las peores en mi vida. Tenía que encontrar cualquier trabajo, no importa lo que fuera, pero tenía que encontrar a alguien que me ayudara a tramitar mi permiso de trabajo.
Después de semanas intensas finalmente encontré trabajo en un Call Center en español y en inglés. Las horas de trabajo eran de 8pm a 4am todos los días, pero no me importaba así que acepté la oferta. Después de algunos meses me acostumbré, my vida fue mejorando, al menos tenía dinero para poder comprar pizza de vez en cuando. Honestamente hablando no quería pasar el resto de mi vida en un call center, es por eso que decidí aplicar a una maestría en Warsaw School of Economics.
Me aceptaron para esos estudios, pero desafortunadamente mi nivel de polaco no estaba ni cerca para poder estudiar en polaco, entonces tuve que estudiar en inglés. pero el costo de esta maestría era muy alto entonces no podía renunciar a mi trabajo así como así. Estudiaba en las mañanas y trabajaba en las noches, estuve así por 2 largos años. Si me preguntaras ahora si lo haría nuevamente te diría: «Por supuesto que no, fue una experiencia de una vez y jamás quisiera repetirlo».
Mi vida en Polonia siguió mejorando con mucho esfuerzo, pude meterme a estudiar polaco, buscar un mejor trabajo, viajar alrededor de Polonia y empezar a escribir en Chido-Fajny para compartir mis experiencias con todos ustedes.
Toma el Riesgo
Esta es mi historia de como llegué a Polonia, puede que parezca un poco exagerada e imposible de creer, pero créanme esta es la verdad..
Para toda la gente que quisiera mudarse a Polonia o a algún otro país, tal vez porque encontraste al amor de tu vida, el trabajo de tus sueños, o simplemente porque te enamoraste de la cultura de un lugar, my consejo es: «No te rindas, sigue intentando, y si tu destino es moverte al otro lado del mundo con la persona que amas, tal y como yo, toma el riesgo y simplemente hazlo. ¡Vale la pena!.